Un libro sobre la historia de la economía, que desde Malthus se dice que  es una ciencia lúgubre, que surge en tiempos de escasez, puede parecer una lectura no muy apeticible. Pero viniendo de alguién que dijo que la economía servía principalmente para dar trabajo a los economistas, la cosa cambia. La lectura es ágil, sencilla, por doquier con una fina ironía elegante y acerada. Los conceptos que trata, no. Pero merece la pena, sobretodo si uno sabe algo de economía. En todo caso resalta su lucidez y su denuncia, como el que advierte que el rey va desnudo, entre las ideas económicas y la forma en que vivimos -o nos hacen vivir- la vida;  sobre la pretensión de la economía como ciencia positiva: «La economía no existe aparte de la política [..] negarlo es una pantalla que oculta la realidad del poder y de las motivaciones económicas» O sobre la creatividad en las empresas y las nuevas relaciones laborales: «entre el personal de la dirección de la empresa moderna se distinguen [..] los que mandan y los mandados. Pero ocurre también que [..] se recurre a la negociación como medio de atemperar el autoritarismo. Es enteramente normal, por ejemplo, que un técnico, un diseñador o un vendedor resulten más importantes para la empresa que la persona que los supervisa. En estos casos, la autoridad no da instrucciones, sino que debe recurrir al estímulo y a la persuasión, y no tiene más remedio que aprender. [..] la relación jerárquica es sustituida por la cooperación…» «En épocas anteriores Keynes había propuesto que los billetes de libras esterlinas se enterreran en minas de carbón, pues al excavar luego para recuperarlos se promovería el empleo [..]. El armamento ingentemente costoso que no podía utilizarse a causa de su poder destructivo casi infinito, llego entonces a servir los mismos fines económicos que la moneda enterrada» No os parece que de una aterradora actualidad y lucidez…

225px-Ian_stewart_mathematicianPocos libros son tan sinceros, y tan accesibles y hacen un favor tan grande a las matemáticas como este de Ian Stewart The foundations of Mathematics. Como muestra de ello estas ideas principales extraidas de su primer capítulo:

Cómo detectar los errores: por dos medios

  1. Paso a paso, comprobando la cadena lógica que lleva a cada uno de ellos.
  2. Una vista general. Los árboles no dejan ver el bosque. Pero una definición más operativa: coge toda una serie de piezas individuales e intenta conseguir un puzzle coherente con todas ellas, entre ellas y lo que les rodea.

La formación de los conceptos: no a través de una primera definición cuyos múltiples matices se basan en un extenso proceso de generalización, si no a través de ejemplos. Todos los matemáticos han sido niños alguna vez.

¿Qué es un concepto matemático? Es un patrón organizado de ideas, de alguna forma interrelacionadas que se basan en la experiencia y en conceptos ya establecidos. O sea, un esquema.

¿Qué entendemos entonces por aprender? Básicamente, haciendo que el esquema existente acomode las nuevas ideas. ¿Cómo? extendiendo el esquema.  Un ejemplo delicioso. Se pregunta: ¿dónde viven los números reales? Un sitio es dibujar una recta en un papel, marcar el cero. A la izquierda viven los negativos, a la derecha los positivos. ¿Y  los complejos? Uhm.. no son ni positivos ni negativos… dibujemos otra línea, que pase por el cero, y hagámoslos vivir allí…

sombrero100 Mil Millones de Estrellas es el título del libro de Rudolf Kippenhan. Un maravilloso libro, escrito ya hace unos años por alguién que contribuyó él mismo a entender mejor qué son, y cómo se formaron las estrellas pero narrado de tal forma que no por eso se pierde su belleza, sino que se incrementa. Mirar no es lo mismo que ver  y después de leer este libro uno no vuelve nunca a ver las estrellas de la misma forma. Son ya  otra cosa distinta, más bella, más profunda. De objetos que lucen inmutables pasan a ser seres vivos, que crecen, se desarrollan y alimentan unas de otras, como la estrella Algol que Ptolomeo llamaba ya la cabeza de medusa en la constelación de Perseo y cuyo nombre en árabe significa cabeza del diablo. En la edad media la consideraban la estrella más desafortunada del firmamento, por ser una estrella que cambiaba de intensidad. Actualmente se sabe por que, pero no por ello deja de ser más bella. Es una estrella doble, donde una estrella más ligera gira en torno a otra mayor. Cuando la estrella más ligera se esconde detrás de la mayor, es cuando vemos que brilla con menos intensidad, de ahí sus cambios en brillo, y su tormento en un firmamento que parece tan inmutable.  

your decisionA la hora de encarar un proyecto, del tipo que sea -de producción, de operaciones, financiero, o de investigación- nos encontramos frecuentemente con el mismo tipo de problemas: ¿cómo cuantificar los imponderables, algo que en principio no sabemos ni lo que es, y que al final pretende responder a la pregunta fundamental: nos saldrá «bien» la jugada? En este librito de Harvard Business Essentials (me gustan estos libros por lo concisos, directos al grano, con vocación de ser  útiles)  proponen tener en cuenta los siguientes cuatro criterios:

  1. La adecuación estratégica: tiene el proyecto nuevo algo que ver con los objetivos a largo plazo que nos habíamos planteado.
  2. Foco: ¿hasta qué punto nos distraerá de lo que sabemos hacer? ¿Nos dispersará y perjudicará lo que estábamos haciendo? Quién mucho abarca, poco aprieta.
  3. Riesgo: ¿cuáles son las probabilidades de éxito?
  4. A la vista de todo esto, realmente ¿cuánto valor aporta? ya sea intentando cuantificarlo en dinero, o en fondo de comercio, o en prestigio como tarjeta de presentación…

 

chomskyoncharlierose_kimpierro_croppedUn pequeño libro de apenas 100 páginas (Editorial Katz): la trascripción de un debate televisivo de 1970 entre Noam Chomsky y Michel Foucault que parece haber tenido lugar ayer. ¿Existe algo que podamos llamar Naturaleza Humana? ¿Qué relación tiene la justicia y el poder? Chomsky, tal vez el más claro, el más comprensible, abre el fuego de la naturaleza humana a través del lenguaje: esa estructura que parece que tenemos todos los seres humanos, para independientemente de las más variadas condiciones externas, ser creativos  y llegar a un sistema de comunicación común –el lenguaje- que nos permite entendernos. ¿es eso la indicación de una naturaleza humana? Foucault lleva entonces el debate a la creatividad científica, a la invención. Ahí introduce su concepto de rejilla, el entorno cultural y social, que sostiene la creatividad y que cambia con la evolución histórica. La naturaleza humana cambia con el ambiente.

¿Y la justicia? Chomsky cree en ella. Cree en la evolución hacía sociedades cada vez más justas. Y en esa lucha, toca magistralmente la desobediencia civil: la distinción entre lo legal y lo justo “si para evitar un accidente, nos saltamos un semáforo en rojo, cometemos una ilegalidad, pero en ningún caso es un acto injusto” “del mismo modo, los estados cometen actos legales, pero injustos” y nos advierte de los distintos modos que existen en la sociedad de tal modo que el poder reprime la justicia. Para Foucault “la idea de justicia en sí es una idea que ha sido inventada y puesta a funcionar en diferentes tipos de sociedades como instrumento de cierto poder político y económico, o como un arma contra ese poder”.

Y todo ello en medio de un debate ameno, a veces difícil, con preguntas del público, y con múltiples temas que entran y salen como una madeja.

MicroEconomiaPara un estudiante de microeconomía, ¿cuál es el valor de un libro que finaliza con un inquietante «Entonces, ¿puede la microeconomía servir para algo?. Hemos mostrado que no.»? La honestidad de su planteamiento. Porque independientemente de que uno se encuentre capacitado para juzgar la validez de sus críticas, Guerrien y Jallais hacen un esfuerzo muy logrado para mostrar en 180 páginas de forma muy clara las cuestiones principales de la microeconomía. Punto y aparte; plantean sus interrogantes y sus críticas. Y aunque la crítica es demoledora -y aún amarga, porque uno no puede dejar de cuestionarse si las largas horas de sufrimiento preparando los exámenes de microeconomía, han sido sólo eso, sufrimiento- la exposición tiene un trasfondo de honestidad, que una vez asumida te enriquece como lo hace toda reflexión.  Una joya añadida han sido sus links a la página personal de Ariel Rubinstein, donde uno puede descargarse el texto integro de sus magníficos manuales de teoría de los juegos y microeconomía.

Simplemente, una cosa.

diciembre 7, 2008

mauldinJust one thing es el título de un original libro que recoge 12 artículos de 12 grandes inversores norteamericanos de las altas finanzas, tiburones de la gestión alternativa o hedge funds. Como el mismo John Mauldin dice, editor del libro y el mismo inversor: «Una de las mejores cosas de mi profesión es que uno llega a conocer a personas de una gran inteligencia y talento. Uno puede relacionarse con esas personas y aprender de ellos. Si tuviéramos la oportunidad de hablar con cada uno de ellos, que idea compartirían ellos con cada uno de nosotros que consideraran de valor (…) por eso les pedí que, sin ningún tipo de limitación, cada uno de ellos escribiera sobre Just one thing (…) y que lo hicieran de forma accesible por que nada me es más frustante para mi que percibir en un escrito una gran idea, pero ser incapaz de entenderla..»  Y el resultado es realmente sorprendente: 12 cartas, algunas de ellas  técnicas y con sustancia matemática que descubren aspectos sorprendentes del comportamiento de los mercados explicadas de una forma clara y asequible, otras con un profundo sentido psicológico sobre el autocontrol y los sesgos que condicionan nuestra toma de decisiones, o sobre los efectos económicos de la globalización y las nuevas pautas demográficas en nuestra economía.  Pero todas ellas transmiten experiencias y opiniones solventes, de gente curtida con una extraña mezcla de rigor académico, extensa cultura, profundo humanismo y experiencia de tiburón financiero. Un coctel realmente sorprendente.

trajancolumn.jpgEl imperio romano y el problema del poder en la antigüedad. Creo que todos sabemos algo del imperio romano y el poder. Lo hemos oído en los cursos de historia de la escuela, en el cine, en artículos perdidos de suplemento dominical … Por eso la contraportada de esta The Roman Empire. A very short introduction me atrajo. No se trataba de la n-enésima historia breve, que te trata de dar una visión general abreviada que te aporta poco, o una disquisición de temas escogidos que son de interés para especialistas, si no de algunos temas que para mí son de interés hoy y que al ver el libro me pregunté que solución le habían dado los romanos. El libro es lo suficientemente breve (130 páginas) y el autor Christopher Kelly (fellow del Chorpus Christi college de Cambridge) dispone de la solvencia necesaria para tratar los temas con profundidad e interés. Y así fué. Por ejemplo, al tratar la misión imperial de los romanos, «la formación del imperio había sido la consecuencia no planeada de una moderada y razonable política de seguridad nacional […]. Cicerón lo expresó [..] la única razón para hacer la guerra es asegurar que los romanos puedan vivir en paz» ¿Os suena? Y así otros temas, como el papel de los cristianos en el imperio romano, la tratamiento de la herencia cultural griega en el imperio romano (un tema de usurpación cultural que tiene mucho en común con los actuales nacionalismos) o incluso hasta que punto los imperialismos británico y americano han mirado a los romanos buscando la solución al problema clave de cualquier imperio: su estabilidad en el tiempo una vez que han alcanzado el cenit.

porter_blueeyes.jpgEl nombre de Porter a muchos les sonará a gurú, y por ello un lugar común y manido. Pero cuando el rio suena agua lleva, y cada vez que leo algún artículo suyo me dice algo. Y en ocasiones, sospecho que cuando mi nivel de madurez está a la altura, algunos de sus artículos me llegan directamente. El último que he leido What Makes an Effective Executive me sorprendió por su lucidez. No por un ánsia de ser un ejecutivo de éxito, sino por que se podría aplicar a todo aquello que alguna vez hemos puesto empeño en que simplemente nos saliera bien. Con la practicidad que caracteriza a los americanos da una lista de 8 puntos, pero avisa: no es una receta mágica para el éxito, pero lo que si garantiza es que en todos los casos en que se observó un fracaso alguno, varios o todos de los 8 puntos faltaba.

  1. Preguntarse siempre, cada día, en cada decisión: ¿qué es lo realmente necesario para alcanzar los objetivos? ¿Qué ha de hacerse? Lo que en otros libros se ha llamado Tráguese ese sapo
  2. Qué cosas o acciones son las buenas para el proyecto, para la empresa, no para oscuros intereses personales, propios o de extraños.
  3. Desarrollar planes de acción. A veces algo tan simple como indicar un lugar y una fecha
  4. Tomar responsabilidad por las propias acciones
  5. Tomar la carga y el tiempo de «comunicar» las decisiones: consensuarlas, informar, escuchar y recibir feedback. La mano invisible que evita que las organizaciones se desintegren no es el poder, es la información.
  6. Centrarse en las oportunidades más que en los problemas. Resolver problemas no produce resultados, simplemente repara o previene daño. Aprovechar oportunidades es lo que produce resultados.
  7. Tener reuniones productivas (ay!) El tiempo es oro, y el de los demás aun más.
  8. Pensar, actuar, decir y sentir «nosotros» no «yo». Escuchar. Se trabaja por una meta, por un objetivo. Algo que se consigue por y para todos aquellos que participan.

Los dos primeros puntos proporcionan la información y el conocimiento necesarios. Los cuatro siguientes convierten la información en acción. Los dos últimos aseguran que todos los participantes «participan» y son responsables.

roadmapping.jpgUn roadmap es simplemente una previsión. Un ejercicio de imaginación (educated guess) de cual será el panorama tecnológico en un plazo de 5 o 10 años. La hipótesis de partida es un desarrollo más o menos progresivo de la tecnología actual (sin disrupciones, aunque pueden haber aceleraciones) además de la integración de diversas tecnologías que pueden dar lugar a nuevos productos, o a su vez a nuevas tecnologías. Hay que tener en cuenta lo que se llama drivers, es decir, los motivos que tiran del carro, que pueden ser tanto desde el lado de la necesidad de tipo político, económico y sociale, y desde el lado de la oferta la tecnología en sí. Finalmente, hay que poner todas las piezas juntas, teniendo en la base los recursos, los programas de investigación y desarrollo (estatales), las tecnologías existentes sobre las que se apoyan, para intentar adivinar a que productos darán lugar y a qué mercados se dirigirán. La meta es justamente adivinar esos productos y mercados para hacer las inversiones correctas en la tecnología necesaria. Ni que decir tiene que es todo un ejercicio de adivinación, pero mejor eso que nada. Links interesantes: la oficina nacional de roadmapping de Canada (con roadmaps de diversas industrias) y la de USA, con un interesante instrumento gráfico de planificación (la ilustración primera es de ellos).roadmap.gif

Actualización 22-Junio-09: a los que estén interesados, y para ver el tema en una perspectiva más amplia (en que contexto se usa el roadmapping, os dejo el link a este curso en gestión de la tecnología y roadmapping que estoy dando en la Universidad de Castellón: clicka aquí

monstersinc_mike_helmet.gif El título puede parecer rimbombante, pero me hice esta reflexión hace unos días, al leer El Arte de Dirigir una Empresa, después de una dura jornada tratando de convencer a un colega físico brillante, tenaz, con iniciativa e inventiva, para que se focalizara en una tarea concreta, dejando un poco a un lado su creatividad y espíritu de artista -su ego- y por unos días se sometiera a la disciplina y prioridades del grupo, donde la consecución de resultados era lo importante.

En el libro en cuestión, al tratar qué es lo que constituye una empresa, su razón de ser, la amalgama de comunión de intereses, red de información interna y establecimiento de una jerarquía, examina en concreto el modelo antropológico. En este modelo la empresa es -cito- mucho más que una simple fuente de producción de riqueza que incentiva a sus miembros con repetidos estímulos pecuniarios. La actuación humana se explica en base a unos motivos externos e internos. Motivos intrínsecos, de transcendencia. El servicio que el trabajo realizado supone para otras personas y para el trabajador mismo. La organización ha de satisfacer las necesidades de los trabajadores que en ella participan. Y sus necesidades, según este modelo, son tres:

  • De cosas, de riqueza

  • Desarrollo de la capacidad de hacer cosas

  • Desarrollo de la capacidad de influir en la realidad, en su valor

 

Y efectivamente, en la investigación científica, aunque ciertamente se valora un salario decente, este no es ni de lejos el principal motivo que atrae y une a sus integrantes. De hecho los salarios son de media la mitad que en otras profesiones. Mis colegas -y yo mismo en ocasiones- pueden llegar a trabajar 60 horas semanales sólo por resolver un problema, o tener un sistema funcionando, o realizar una medida. Y no lo hacen, hacemos, por altruismo. Parte de nuestro salario es la satisfacción de esas necesidades internas (libertad creativa, interés, reto). Y en ocasiones se convierte en algo irrenunciable que escandaliza la racionalidad de ejecutivos de empresas normales. Y por ello se hace tan difícil a veces concentrar a esas personalidades en una meta concreta y -todavía más difícil- en un plazo cerrado, donde la efectividad prime sobre otras consideraciones.

llibre.jpegPaseaba por la FNAC y el apellido, Mochón, mocho grande, me sonó familiar. Recordé los libros de Introducción a la Macroeconomía de primero de la UNED. Y sí, era él. Lo que no sabía, por la reseña de la contraportada, era que además había sido Chieff Financial Officer de Telefónica, toda una tarjeta de presentación. No ocultaré que me sorprendió que un buen profesor fuera al mismo tiempo todo un alto ejecutivo. Un rayo de esperanza.
El arte de dirigir una empresa alivia por su brevedad (apenas 200 páginas), su esquematismo erudito y la sinceridad y vivencia real que transmite. No es un compendio de recetas mágicas -no lo pretende. Simplemente recoge la experiencia sistematizada de otros, que por ser sistematizada, se distingue radicalmente de “consejos a toro pasado”. Y como promesa de que lo mejor está por venir, su descripción en las primeras páginas de lo que es ser un directivo: planificar, organizar, liderar y controlar. Planificar, especificar los objetivos a alcanzar y decidir con anticipación las acciones. Organizar, ordenar y coordinar los recursos necesarios para el plan. Liderar, estimular, inspirar a los miembros para que crezcan, para que se inventen a sí mismos en las tareas que deben llevar a cabo. Controlar, porque los planes sólo son aproximaciones.

Y los demás capítulos, el mismo deleite con ese trasfondo de cosa de verdad, que te la cuenta alguien que lo ha vivido, que te cuenta su experiencia, que puede que te sea útil, o no: teoría de gestión, planificación de estrategias, estructura organizativa, toma de decisiones, recursos humanos, control de gestión…

chomsky.jpg

Cómo nos venden la moto: Libro finísimo en papel reciclado. Dos artículos de dos autores con nombre propio de ideas propias: Noam Chomsky e Ignacio Ramonet. En Chomsky siempre he admirado su lucidez y su radicalidad serena; aguijón de conciencias, analiza la realidad quitando una a una cada capa de este pastel milhojas, y no se pringa. Se puede estar entusiasticamente de acuerdo o ignorarlo, pero nunca echarle encima el escudo de quien repudia a un fanático. Distinto es para mí el caso de Ramonet. Siempre respeté los editoriales de Le Monde Diplomatique, pero últimamente se hacían demasiados tendenciosos, demasiado incluso para leerlos aunque sólo fuera por oír voces completamente diferentes. Cómo nos venden la moto son dos artículos de apenas 35 páginas cada uno. Chomsky nos cuenta en el suyo el amaestramiento de una democracia en la que quieren retener el poder los de siempre. Y aunque suena a tópico, sorprende su desapasionada y aséptica descripción de lo que llama fabricación de la opinión. Tuvo su origen con la primera operación de propaganda moderna, con Woodrow Wilson en 1916, que gano las elecciones con su plataforma Paz sin Victoria; pero una vez en el poder decidió que había que participar en el conflicto, y se desencadeno para ello toda la maquinaría necesaria para que aquellos que le habían votado por su Paz decidieran ahora gustosamente acudir a su Guerra. Y sigue Chomsky con nociones tan atrayentes, y espeluznantes, como la democracia espectadora, el desfile de enemigos o la argumentación de la primera guerra del golfo, donde en buena lid, el pretendido orden internacional no llega a ser ni tan solo una parodia del sistema de justicia que rige nuestras relaciones diarias entre vecinos, sino simplemente una ley del más fuerte encubierta, donde la única esperanza es una opinión pública interna harta. Nihil novum sub sole, pero no deja de sorprender que se exponga por enesima vez con tanta claridad.

Denuncia Ramonet en su artículo la tiranía catódica: la confusión entre comunicación e información, el marketing –explotación de nuestras debilidades y deseos ocultos- y el aturdimiento. Se enfrenta Ramonet, no sin razón, a los nuevos oligarcas. Y acaba con una reflexión: para ellos, y como signo de la nueva era, el poder político no es sino el tercer poder; una vez que se tienen a la vez el poder económico y el mediático, el político –como bien demuestra un personaje italiano- no es sino una mera formalidad.

Bertrand RussellLa lógica llevada hasta sus últimas consecuencias. Siempre he tenido la misma sensación después de leer a Bertrand Russell. La lógica llevada hasta sus últimas consecuencias con la ligereza y facilidad de un superman levantando un camión con una sola mano. Uno se puede perder en sus razonamientos logicistas de fundamentación de las matemáticas o sorprenderse del desparpajo con que se despacha con los presocráticos, pero cuando realmente crees entenderlo no puedes dejar de maravillarte de la valentía y fuerza de un espíritu libre que se abre camino con machete de lucidez, cordura y sentido común (y un aguijón de sorna inglesa que le hace a veces un pelín repelente, todo sea dicho). Le robé a Pilar de su mesilla de noche La conquista de la Felicidad, doscientas y poco páginas de edición de bolsillo. Un desmenuze de la tensión entre el ser y el querer ser, entre el ser y lo que quieren que seamos, revisando cada una de las facetas más importantes de la vida de una persona común: el regodeo en la infelicidad como estado del alma superior, la competencia, el aburrimiento, la fatiga (tan actual), la envidia, el sentimiento de pecado, la manía persecutoria (tan común) y el miedo al qué dirán (con internet, tal vez un poco menos?). Y tras ello, con un transfondo en el que creo percibir un eco de Fromm: the grounding, el esfuerzo, la resignación, el cariño, la familia, el trabajo. En suma, la entrega a lo externo de nosotros mismos, a la empresa en si misma que es la vida.. y en los momentos de pausa, una respiración profunda que te hace sentir desde los alvéolos hasta la tierra húmeda que sostiene nuestros pies.

siena_buen_gobierno1.jpgTengo que reconocer que era bastante escéptico ante la idea de leer los libros de la serie A very short introduction de Oxford University Press. Ero algo así como comer sopa de lata. Admitir que el afán de cada día castraba mis ansias –evidentemente no logradas- de ser algún día un hombre culto a la manera clásica, y que a la postre me veía reducido como cualquier quinqui hijo de vecina a leer este guía precocinada de cultura enlatada. Pero no ha sido así, y la Political Philosophy de David Miller ha sido un baño para el alma que a golpe de palabras abre horizontes. A partir de una breve disquisición sobre el fresco Del buen gobierno del Palazzo Pubblico de Siena, Miller te lleva en sólo 110 páginas desde la necesidad de preguntarse e investigar sobre los orígenes y efectos del buen y mal gobierno, a cuestiones sobre si es cierto que el gobierno como tal tiene efectos sobre nuestras vidas, y con artimaña de filósofo, al contestar a esa pregunta en principio trivial va desenmascarado todos los artilugios del gobierno: su legitimidad, el anarquismo, la democracia representativa y sus contradicciones, la injerencia de la autoridad en lo privado (podemos fumar?, no podemos? Debemos cobrar al fumador sus gastos sanitarios de cáncer de pulmón? o tal vez sea una sociedad mejor que tolere y sufrague esos deslices…) Y en ese viaje desgrana y analiza la idea de justicia a partir de una cita de Justiniano: consistencia, relevancia y proporcionalidad… Finaliza con un breve análisis sobre la justicia respecto a los grupos sociales, el feminismo, las minorías culturales y de ahí el salto a las naciones (permanecerán los estados? o son los estados necesarios para la justicia social..?) Cómo el mismo dice en una de sus páginas, una fascinante reflexión sobre las human interactions…

Rubens en Londres

noviembre 9, 2006

 

Rubens in the National GalleryEstuvimos el fin de semana pasado Pilar y yo en Londres. Nos alojamos en el Westminster Citty Inn, con una oferta de fin de semana, cerca de la estación de metro Plimico. Un barrio idílico en el centro de Londres, con edificios de ladrillos modernos que, con forma de pseudo-aldeas excesivamente altas, imitan las casas tradicionales: parques privados y calles inmaculadas, a un tiro de piedra del Thames y la Tate. El hotel un rascacielos. Moderno, con habitaciones de diseño añorantes de hombres de negocios en días de diario y luces calabaza y camas japonesas en la recepción que parecía un restaurante moderno de sushi, pero en las que no vi, sin embargo, a ninguna rubia despampanante tumbada en vaqueros y sujetador. Pilar no las echaba de menos, creo.

Paseamos por Trafalgar Square, rendimos honores a Nelson, desayunamos deliciosamente en un bar frecuentado por, creo, Gywenth Paltrow cuando visita Londres –no la vimos tampoco- y después, alimentado el cuerpo, descubrimos la National Gallery. Edificio sobrio, deambulamos a la búsqueda de los highlights: el oscuro enigmático de Da Vinci con su Virgen de las Rocas, la imperturbable serenidad geométrica de Piero de la Francesca (creo que la mejor colección fuera de Italia), el extrañamente moderno Paolo Ucello, unos sorprendentes Matisse y Monet, los girasoles oníricos de Van Gogh, y en un rincón, ya cansados, recostados en un excelente, mullido y entrañable sofá windsor, iluminados por la luz misma que salía de los cuadros de Rubens, pudimos contemplar la masa inmensa en su reposo de Sansom, dormido bajo la mirada triunfante con un resquicio de arrepentimiento de Dalila, y compartir el atisbo furtivo de los soldados en la puerta, que como nosotros, contemplábamos la escena como si estuviera ocurriendo en ese preciso momento….

La naturaleza y los griegos

noviembre 2, 2006

sch_playa.jpgEstoy en Cambridge (el porque es algo que dejo para otro post). Justo enfrente del King’s College, con su gótico de belleza serena que se alza al cielo sin excesos, como si quisiera decir que aun siendo terriblemente bello es de este mundo, a un paso de la oficina, tengo la tentación hecha papel: Cambridge University Press, terriblemente cara aun a pesar del descuento del 20% que yo no tengo por no tener carné de la Universidad. Allí sacrifiqué un almuerzo por comprar una impecable edición económica de Nature and The Greeks, de Schrodinger. No recuerdo donde leí el dilema que tuvo de joven Schrodinger: ser filósofo o dedicarse a la física. Comentaban en el libro de olvidado autor que fue una circunstancia afortunada que Schrodinger se dedicara a la física, pues si bien es incierto si hubiera sido un buen filosofo, no queda duda que ha sido un gran físico. Su famosa ecuación que figura en su lápida como si fuese la causa de su muerte -a mi siempre me ha parecido de un mal gusto macabro-, sigue siendo la forma mas comprensible de introducirse a la mecánica cuántica. Tiene Schrodinger libros y ensayos que sorprenden por su profundidad sin complicaciones en temas que aparentemente van mas allá de la física, tal vez por que para él, el conocimiento era todo uno: actividad intelectual. El esfuerzo argumento a argumento para tender puentes que nos lleven más allá de nosotros mismos. La tesis fundamental del libro Nature and The Greeks es que los griegos siempre consideraron este mundo como algo susceptible de ser comprendido racionalmente, y se lanzaron a ello escuela tras escuela: la razón contra los sentidos, la realidad material de los números pitagóricos, la concepción del atomismo -mucho mas que un sonó la flauta o idea feliz- la unicidad del ser y el problema del cambio y la paradoja de Zenón.. y todo ello Schrodinger lo cuenta con la prosa fácil, elegante, de alguien para quien los griegos eran inspiración directa con la que enfrentarse al shock que en la física produjo la mecánica cuántica: la perdida del determinismo, el problema del vacío cuántico o la relatividad del tiempo. Sorprende -y alivia- Schrodinger con su sutileza: para hacer física y para ir más allá de la física… hacia al conocimiento y la conciencia.

kaufmann.jpgCualquier organización humana es un conjunto de voluntades autónomas, encorsetadas en mayor o menor medida por una jerarquía de mando, redes de información y comunión de intereses. Y es la palabra autónoma lo que diferencia estas organizaciones de los mecanismos a los que la técnica doméstica nos tiene tan acostumbrados. Pulsas un botón y sin embargo la lavadora no tiene por que ponerse en marcha necesariamente. Gerald Kaufman fué ministro con el gobierno laborista desde 1974 hasta 1979. En la wikipedia dicen de él que fue este libro el que inspiró la serie “Yes, Minister” –yo la ví en la TV3 como “Sí, Primer Ministre”. Dicen que como El Principe de Maquiavelo se recomendaba a los reyes, How to be a Minister se recomienda a todos los miembros de un nuevo gabinete británico. Los escarceos inter pares que toda la lucha por el poder conlleva los deja el autor para la introducción. Los capítulos van desgranando la maquinaria de la administración civil británica y sus funcionarios (los ministros van y vienen, los secretarios permanecen). Esa masa informe de voluntades, inercias y reglas no escritas que en teoría está dispuesta a ejecutar las órdenes al instante y como un solo hombre, pero que en la practica es como un barco de vela, donde permanentemente hay que estar atento a donde sopla el viento, y donde un golpe de timón es siempre incierto. Capítulo a capítulo (una lista de comos: como hacer una ley, como operar en el parlamento, como recibir a una delegación, como operar el sistema, como estar en contacto con tu partido…) uno cree ir haciéndose la idea, casi por osmosis, de que es hacer política (policy and politics) . Me lo recomendó Bill Nuttall en su curso Introduction to Technology Policy, en la Judge Management School, y fue una delicia (el curso, sus clases y el libro).

Contra el fanatismo

May 27, 2006

amos_oz.jpgContra el fanatismo (Amos Oz, Ed. Siruela) Tres relatos, de apenas 30 páginas cada uno, sobre La naturaleza del Fanatismo, La necesidad de llegar a un compromiso, y Sobre el goce de escribir y el compromiso. Me ha sorprendido la lucidez y la ternura de quien, con un escalpelo de terciopelo, es capaz de adentrarse humanamente en la herida más profunda sin ser carnicero y exponer con delicadeza lo que de universal tiene el conflicto arabe-israelí: el fanatismo. Y lo hace desde tres puntos de vista: el conceptual, por lo permanente; el práctico, por comprometido y coherente; y el personal, por integro.
El conceptual: el anhelo de algunos congéneres nuestros por verdades absolutas y sencillas, que confieran seguridad más allá de toda duda, y duda para ellos es una sonrisa o una pregunta. Pero eso no basta. «La esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a cambiar a los demás», «el señor Bin Laden y la gente de su calaña no sólo odian a Occidente [..] quieren salvarnos de nuestros aciagos valores [..] Solo prevalecerá la paz cuando el mundo se haya convertido no ya al islam, sino a la variedad más rígida [..] Bin Laden nos ama esencialmente”.
Práctico: por que, comprometido, Amos nos da su visión personal de luz frente a esa batalla 2entre fanáticos que creen que el fin, cualquier fin, justifica los medios» y «aquellos que pensamos que la vida tiene prioridad sobre muchos otros valores, convicciones y credos»: la capacidad de las personas de «imaginar lo que sus ideas implican», reivindicar que «donde tenemos razón, no pueden crecer flores», y la habilidad de «existir en situaciones con final abierto» y ahí conecta con lo
Personal: por que para el, es el acuerdo el caballo de batalla. Pero no visto como capitulación, no como cesión indiscriminada («una buena cerca hace buenos vecinos») sino como «tratar de encontrarse con el otro en algún punto del camino» y añade: «llevo 42 años casado con la misma mujer. Así que algo sé de acuerdos» y no sin cierta ironía «no hay acuerdos felices: un acuerdo feliz es una contradicción». Y una reflexión final: que autoridad tiene un escritor para opinar, para escribir en tiempos de guerra…. según el, la capacidad de ponerse en la piel de otro..

grameen.jpgEl microcrédito como derecho fundamental de los seres humanos para poder llegar a ser personas. Basarse en la firme creencia de que todo ser humano lleva dentro de si el potencial, las habilidades y la voluntad necesarias para organizar recursos productivos y dar lugar a una actividad económica que garantize su sustento y eleve su calidad de vida. Reconocer el derecho a todo ser humano en sociedad a que se le conceda la confianza suficiente como para que se le ceda en préstamo una fracción del capital acumulado por ésta.

Muhammad Yunus lo describe: su aventura empresarial para convertir en una realidad sostenible esos supuestos. La odisea de un joven economista de Bangladesh, empresario de éxito y con estudios post-doctorales en USA, que promueve la creación de un banco en Bangladesh con el objetivo de financiar con pequeños créditos iniciativas de mujeres destinadas a desarrollar negocios que aseguren su sustento, no basandose en avales, sino en la confianza. Una odisea empresarial que actualmente gestiona más de 1800 millones de euros. El propio interés de una persona, en el que el aumento de nivel de vida gracias al prestamo será la mejor garantía para su devolución (con la complicidad del banco para perdonar los posibles impagos debidos a fuerza mayor) es motivación microeconómica muchisimo más fuerte que la que se pueda obtener de simples garantías de los que ya tienen algo.